El me salvó |
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LECCIÓN 5. EL TESTIMONIO
Cada cristiano es un evangelio y compartirlo debe ser la experiencia más natural.
Dar testimonio es esencial en la vida del cristiano, debe ser un estilo de vida.
Juan 7.38 "El que cree en mi, como dice la escritura, de su interior correrán ríos de agua viva."
Compartir el evangelio no es otra cosa que decirles a los demás lo que Dios ha hecho en tu vida y cómo lo ha hecho. Del mismo modo no es difícil contar lo que nos ha acontecido en el trabajo, en tu casa, es decir, cómo Dios te ha respondido en tus dificultades.
Cuando no testificas de Cristo, te puede pasar como el mar muerto; éste se murió por que sus aguas se estancaron, no fluyen, entonces toda la sal ha matado a toda clase de vida en ese mar. Cuando no testificas de Cristo, tu vida se estanca y no hay vida en ti.
Puede compartir de Jesús cosas sencillas:
1. Nuevas ideas sobre Dios
2. Sobre la vida nueva, sobre la muerte, que tienes una vida eterna
3. Sobre ti mismo.
Así que manos a la obra.
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